En el municipio de Ponferrada y por extensión en el Bierzo, existen abundantes sotos de castaños. Algunos de estos árboles son centenarios, con anchos troncos y ramas fuertes. Llegado el otoño estos robustos castaños nos regalan un maravilloso fruto seco, la castaña. Existen diversidad de variedades de castañas entre las que destacamos: parede o pared, galeguiña o navia, rapado o rapona, de presa, negral o injerta, raigona, courelá. En algunas de ellas el nombre varía ligeramente dependiendo de la zona.
La castaña se comercializa bajo la marca de garantía con diferentes presentaciones: frescas, secas, en harina, pasta de castaña y cocidas naturales. Su aceptación va en aumento y su calidad traspasa fronteras.
Durante siglos la castaña fue un sustento fundamental en la alimentación de las familias. A pesar de ser un fruto seco se caracteriza por su bajo contenido en grasas y alto contenido en agua, siendo menos calóricas que otros frutos como las nueces o las avellanas.
La recolección de la castaña se realiza cuando han caído al suelo los erizos de forma natural, nunca mecánica, seleccionando in situ para eliminar los frutos defectuosos o dañados. Entre otras normas, las castañas deberán estar enteras, sanas, sin lesiones externas, sin fermentar, sin daños de fríos y exentas de humedad exterior anormal.
La Marca de Garantía Castaña del Bierzo protege las castañas designadas bajo dicha denominación que cumplen con las características y requisitos exigidos. Es titular de la Marca de Garantía la Asociación Berciana de Agricultores y por tanto máximo responsable de la defensa y cumplimiento de su Reglamento.