En el corazón de los Montes Aquilianos nos encontramos con un hermoso valle que nos deja sin palabras. Pero no por ello se llama el Valle del Silencio, sino por ser el valle escogido, allá por el siglo X, como lugar de reposo y retiro por monjes y eremitas. La altitud del valle hace propicia la presencia de nieve durante época estival, cubriendo con un manto blanco zonas boscosas de robles y castaños, muchos de ellos centenarios.
Nos asomamos al valle del Silencio desde uno de los pueblos más bonitos de España, Peñalba de Santiago, declarado Bien de Interés Cultural al igual que su estupenda iglesia mozárabe del siglo X. Es un valle escarpado, que los senderistas gustan de recorrer mientras los excursionistas optan por dar un tranquilo paseo hasta la cercana Cueva de San Genadio.
El Valle del Silencio forma parte de un valle mayor, el Valle del Oza o Valdueza, por donde fluye el río Oza alimentado por los arroyos de montaña.