Patrona del Bierzo, La Morenica es una de las pocas vírgenes negras que existen. Cuenta la leyenda que el obispo de Astorga, Santo Toribio, fue el responsable de traer esta Virgen desde Tierra Santa a la comarca, donde fue escondida para protegerla de las invasiones musulmanas. Siglos después, serían los templarios quienes la rescatarían del interior del tronco de una encina, motivo por el cual adoptó el sobrenombre de Virgen de la Encina.
Hoy podemos verla uno de los retablos más importantes del siglo XVII de estilo barroco, y que se encuentra en la Basílica de la Virgen de la Encina. Este retablo cuenta con la participación de varios maestros, destacando Mateo Flórez y discípulos del gran Gregorio Fernández. En el centro, La Morenica preside desde un lujoso camarín y sobre el mismo encontramos el relieve más valioso de este retablo con la escena de la Ascensión. Culmina en el ático con el Cristo crucificado y a ambos lados el escudo de la ciudad. El retablo se levanta sobre cuatro relieves de los evangelistas y diferentes relatos bíblicos.