Declarada de Interés Turístico Nacional, la Semana Santa en el municipio de Ponferrada asume un protagonismo merecido. Días antes de la celebración religiosa, el nazareno Lambrión Chupacandiles recorre las calles de la ciudad anunciando con su campanilla la proximidad de estas fechas. Una semana anterior al Viernes Santo, la Virgen de los Dolores inicia el ritual procesional que se prolongará durante diez días, hasta el Domingo de Resurrección.
Varios pasos son procesionados a hombros, de forma voluntaria, por portadores de las cofradías. El silencio que reina en la calles es interrumpido a golpe de tambor y trompeta por las bandas procesionales.
La Semana Santa tiene también un lado más pagano, con las típicas rondas de limonadas, las tapas de pulpo y las tradicionales torrijas que no pueden faltar para completar la celebración de estas fechas tan señaladas.