Si bien desde el exterior del Castillo de los Templarios su porte es majestuoso, cuando atravesamos su arco de entrada para su visita sentimos con mayor fuerza su grandiosidad.
Las piedras cinceladas a mano de sus murallas, sus elevadas torres, el paseo por sus rondas, la visita al Castillo Viejo y el descubrimiento del Palacio Nuevo nos permiten imaginar épocas pasadas, sentir la presencia de sus moradores, ser partícipes de su legado.
Aquí se desarrollaron vidas de nobles y vasallos, historias de amor y desencuentros, días de paz y de lucha. Canteros y arquitectos compartían su cotidianidad con campesinos y ganaderos. Y así, año a año, siglo a siglo, se fue escribiendo la historia de Ponferrada y su Castillo.
MURALLAS, RONDAS Y TORRES
La muralla conserva el perímetro original de la cerca levantada en el siglo XII, antes de la llegada de los templarios, y delimita un espacio de 8.000 m2. La Orden del Temple mejoró el muro en su exterior y sus posteriores señores, especialmente el Conde de Lemos, implementarían rondas y torres para ampliar su poder defensivo.
Así pues, un total de tres rondas servían para vigilar y proteger el Castillo de los Templarios a lo largo de todo su perímetro:
- Ronda del Sil. Discurre por el tramo de muralla que da al margen del río Sil, entre el Castillo Viejo y la Torre de Moclín. Esta ronda es de menor altura ya que esta zona estaba protegida de forma natural por la escarpada pendiente y el río.
- Ronda Alta. Bordea todo el frente y este de la fortaleza, desde la Torre de Moclín hasta el Castillo Viejo.
- Ronda Baja. Como su propio nombre indica, discurre en un nivel inferior a la ronda alta.
La muralla está jalonada por la construcción de cinco grandes torres defensivas de la época del Conde de Lemos:
- Moclín. Construida en el siglo XV sobre estructuras de cimentación templaria (XII). Dividida en 3 plantas, su interior se utiliza como espacio expositivo de la vida en los castillos.
- Caracoles. Primera fase de obras llevada a cabo en el Castillo (1440 – 1463). Protege el acceso principal al Castillo.
- Cabrera. Datada en 1440, se alza sobre los restos más antiguos de la primitiva muralla. Torre encabalgada entre la ronda alta y baja, con 5 alturas y abierta hacia el interior de la muralla.
- Malvecino y Mapica. Son torres adelantadas a la muralla principal con la que comunican por medio de una pasarela de madera hacia la ronda alta. Ambas con 3 pisos interiores.
- A lo largo de las rondas y torres diversas troneras, matacanes y saeteras se abren entre los muros de piedra para permitir acciones defensivas.